''Ya está ''- Me susurré mi misma.
Arrugué el pequeño papel de mi mano mientras veía como sus pasos se alejaban. Cogí aire cerrando los ojos y me volví a repetir la frase una, otra y otra vez, para que me entrase en la cabeza la realidad.
''Date cuenta de lo real, olvidate de tu imaginacion''
Nunca se me había dado bien eso de darme cuenta de lo que tengo. Siempre quería más. Me gustaba vivir en un mundo paralelo, porque después de todo, aunque todo en mi vida rozase la perfección, estaba insatisfecha, insatisfecha de mi misma.
Y ahí estaba viendo como subia al primer escalón del vagón . Su mirada casi tapada por su pelo negro azabache, acariciando el suelo queriendo mirar hacia tras , hacia mi dirección, hacia mí. Se quedó parado no quería volverse, era evidente. Después de todo aquello, ninguno de los dos quería estar lejos del otro, si quiera unos metros, que era lo que actualmente nos separaba.
Al fin se giró, hacia mí, y ví como levantaba la mano libre para hacer un suave adiós con ella a la vez que lo dijo. Aquellos labios me gustaban tanto, cada una de sus sonrisas había merecido la pena, tenia esos dientes tan perfectos y unos labios tan perfilados...Todo aquello me hizo recordar todos sus gestos; sus blancos brazos me habían rodeado en momentos tanto difíciles como en los más felices.Y unos dias antes me había suplicado que no me separase de el , pero después de todo, era el el que se tenía que separar de mi, habiamos sido tan amigos y yo nunca me atreví a ser algo más. Con aquellos mismos labios esbozó su típica sonrisa y miro al suelo. El tambien estaba decepcionado, ninguno quería acabar por caminos distintos. Ni el ni yo sabiamos lo que sentia el uno por el otro, pero , era así ,demasiado amigos como para atreverte a estropear y no llegar a nada. Seguía mirando al suelo, pensativo, entonces porfin se volvió bruscamente hacia mi direccion y echó a correr , acortando la distancia que nos separaba. Incredula, empece a andar hacia el y me pare en el mismo punto que sus manos entrelazaron mi cuello, acariciandome la nuca y finalmente uniendo sus labios con los mios. Cuando al fin se separaron juntó su frente con la mia, me miró a los ojos y porfin dijo :
- Nunca me dejes ir.
- Y tú nunca me abandondes.
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